El Gobierno de Irlanda desoye el acuerdo de orientación política del Parlamento Europeo, a través del informe BECA aprobado y registra ante las instituciones europeas su intención de legislar nacionalmente el etiquetado del vino, asimilándolo su consumo al consumo nocivo de alcohol y sin hacer distinción respecto a las bebidas alcohólicas de alta graduación, con un etiquetado similar al tabaco.
Tras la notificación realizada el pasado mes de junio por el Gobierno de Irlanda, a través del Sistema de información de reglamentaciones técnicas (TRIS), por el que expresaba su intención de introducir un etiquetado a las bebidas alcohólicas similar al empleado en los cigarrillos, y transcurridos seis meses sin que la Comisión se haya manifestado al respecto, este estado miembro abre una deriva a la regulación común en la reforma del reglamento de etiquetado y, a juicio de la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV) pone en tela de juicio la unidad de Europa en la ejecución de decisiones adoptadas democráticamente, poniendo en en riesgo, en este caso, al sector vitivinícola, tan importante en la vertebración del territorio y del tejido socioeconómico de las zonas rurales.
Este consentimiento tácito de la Comisión, con su decisión de no emitir ningún respecto a dicha notificación, da luz verde a Irlanda a seguir avanzando hacia una regulación nacional, que avanza su curso y cuy siguiente paso, en las próximas semanas, será la notificación a la OMC de dicha intención, puesto que ello también constituye un obstáculo al comercio internacional.
Ante este hecho, la AREV echa en falta un posicionamiento aún más claro de la Comisión Europea, de defensa de la estrategia general acordada para la Unión Europea, en un momento en que está en curso la revisión del reglamento europeo sobre el etiquetado de todos los productos alimenticios (Información alimentaria para los consumidores).
La prosperidad de este tipo de iniciativas podría cuestionar y modificar el etiquetado del vino, condicionando la revisión del reglamento, prevista inicialmente para finales de 2022 y que se ha ido demorando a causa de las dificultades de encuentro de una propuesta que aúne un amplio consenso, en la que se incluirían, además de este asunto, otros sensibles como un sistema armonizado de etiquetado nutricional, entre otros.
La AREV recuerda que el pasado 16 de febrero de 2022, en el marco de la votación sobre el informe de la Comisión Especial «Lucha contra el Cáncer» (BECA) «Reforzar Europa en la lucha contra el cáncer – hacia una estrategia global y coordinada» el Parlamento Europeo votó a favor de diferenciar entre el consumo moderado y el abuso de alcohol en cuanto al impacto y al peligro para la salud. Sobre esta base, una posible etiqueta que advierta sobre el peligro del alcohol, sin hacer referencia al tipo de consumo de alcohol, no tendría sentido y crearía un precedente contrapuesto democracia representativa expresada por el Parlamento Europeo.
La AREV comparte la postura con los Ministros de Agricultura de un gran número de países europeos. Tal y como manifestó, el ministro de agricultura italiano, Francesco Lollobrigida, la medida «no tiene por objeto proteger la salud sino influir en los mercados (…) al etiquetar el vino como ‘insalubre’, orientando el consumo hacia los alcoholes fuertes que son objetivamente más nocivos». De esta manera se corre el riesgo de engañar «al consumidor», que «se convencerá así de que el vino es tan malo como el whisky».
Por otra parte, la AREV aplaude de las declaraciones de la semana pasada, por el portavoz de la Comisión, Stefan DE KEERSMAECKER, durante una rueda de prensa (https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-236337), quien subrayó que «Nadie está en contra del vino, creo que a todo el mundo le gusta un vaso de vino, pero a lo que apunta el Plan Cáncer es al consumo nocivo de alcohol, que constituye un problema de salud pública”. Desde la AREV esta línea, expresa de forma clara el espíritu del informe adoptado en el Parlamento Europeo, y siguiendo esa línea es la que, desde la Comisión, debe defenderse de forma activa, no solamente a través de declaraciones, sino ante hechos como el constatado del Gobierno de Irlanda.
La AREV está preocupada por este tipo de precedentes y apela a una mayor responsabilidad, coraje, claridad y coherencia en la política de prevención del consumo de alcohol y en la educación.
Proyecto de ley irlandesa sobre la introducción de advertencias sanitarias en la etiqueta de las bebidas alcohólicas.
Las advertencias que Gobierno irlandés tiene previsto introducir en la etiqueta de las bebidas alcohólicas incluyen:
- Una advertencia para informar de los peligros del consumo de alcohol para las mujeres embarazadas.
- Una advertencia para informar de la correlación entre el alcohol y los cánceres mortales.
- El porcentaje de alcohol en gramos que contiene el producto.
- El número de calorías contenidas en el producto alcohólico.
- Un enlace a un sitio web de salud que ofrezca información sobre el alcohol y sus perjuicios.
Tras la comunicación a la OMC de su intención de adoptar este etiquetado, Irlanda podrá adoptar formalmente una legislación a nivel nacional, para lo cual existirá un período de transición de 3 años.