En el día de ayer, el sector vitivinícola europeo recibió un duro varapalo, al conocer el resultado de la votación, por la que la Comisión de Lucha contra el Cancer (BECA) del Parlamento Europeo aprobaba el informe de compromiso «El refuerzo Europa en la lucha contra el cáncer: hacia una estrategia global y coordinada».
La AREV lamenta el resultado de dicha votación, ya que el documento de compromiso aprobado sienta unas bases que ponen en jaque al sector vitivinícola y a todo el tejido económico, social y medioambiental de las regiones europeas, así como a la cultura europea y, con ello, la Dieta Mediterránea, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, al equiparar el tratamiento y consumo del vino con el de las bebidas alcohólicas de alta graduación.
La AREV considera que el consumo responsable debe estar en el centro de las políticas de prevención y de lucha contra el consumo excesivo, y no debe agruparse de una forma simplista todo bajo el término de alcohol, ni lanzar mensajes que contribuyen a la confusión de los consumidores, a la hora de considerar todos los modos de consumo de forma similar.
Asimismo, la AREV ruega a los europarlamentarios que reflexionen sobre este asunto y realicen una valoración desde la prudencia, responsabilidad y visión en conjunto, de cara a la votación de la próxima sesión plenaria de finales de enero, dando, al vino el lugar que se merece, desde su papel como representantes europeos, como un alimento que forma parte de las raíces de Europa y de su cultura y de su territorio, más aún, teniendo en cuenta las consecuencias desastrosas que la aplicación directa de lo enunciado en el documento aprobado, para con la viticultura, los viticultores y todos los actores que forman parte de este sector.
La modificación de este texto, aún incompleto, hará compatibles la supervivencia del sector vitícola, de nuestra cultura, y la aplicación de una estrategia de lucha contra el cáncer.