En primer lugar, queremos aprovechar esta oportunidad para desearles a ustedes y a sus equipos todo lo mejor para el Año Nuevo.
Nos hemos tomado la libertad de informarle de la gran preocupación que tenemos las regiones vinícolas de Europa.
Quisiéramos llamar su atención sobre el endurecimiento de la administración americana (USTR) en relación con los vinos y licores el pasado 12 de enero. Desde octubre de 2019 llevamos sumando recargos de aranceles a la viticultura europea, a través de su imposición sobre los diferentes productos vitivinícolas y, ello, unido a las medidas tomadas para atajar la pandemia de la COVID-19, está haciendo que el sector vitivinícola atraviese por una situación muy delicada y, que, mantenida a lo largo del tiempo, se vuelva insostenible para muchos de los operadores de las regiones europeas vitícolas.
Estamos perdiendo cuota de mercado que está siendo ocupada por otros países, motivado por unos factores cuyo origen es totalmente ajeno a nuestro sector, perdiendo el posicionamiento que tantos años y esfuerzo nos ha costado y sin que, por el momento, exista ninguna ayuda que compense este daño y que alivie a la viticultura.
Pedimos a la Comisión Europea que actúe con urgencia en tres puntos:
– Como primer paso, proponer una moratoria para los próximos nueve meses a la nueva administración americana.
– Al mismo tiempo, ofrecer ayudas compensatorias concretas para compensar el daño causado por los aranceles americanos desde el pasado 19 de octubre de 2019 a los viticultores.
– Finalmente encontrar una solución a esta guerra comercial para extinguir este brote que está causando tantos daños colaterales.
Confiamos en ustedes y en la Comisión Europea, en que apoyarán a los exportadores penalizados, y que, sobre todo, movilizarán a su departamento de comercio a fin de encontrar un resultado favorable, lo antes posible, a esta disputa y les brindamos la colaboración de la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas para aquellos asuntos en los que podamos contribuir.